Con las Seis Suites para violoncelo solo, el genio inigualable de Bach logra extraer del instrumento una riqueza sonora y expresiva asombrosa. Considerada como una de las mayores obras para violonchelo jamás escritas, este conjunto de piezas plantea un desafío virtuoso para el intérprete, pero también ofrece un manantial inagotable de belleza y profundidad para el oyente.